¡Genial! Son esas cosas en las que tú te fijas, las que también se quedan prendidas de mi retina, curiosamente, otras, aparentemente más llamativas, se quedan en el olvido.
Una serie que me habla de descanso, contemplación y sol. Son esas sensaciones que me embargan cuando dejo pasar el tiempo sin premeditación, sin prisas, sin esperas ... Antes los domingo los odiaba, pero ultimamente estoy aprendiendo a disfrutar de cada instante. Un buen blog, te felicito. Con tu permiso te sigo Cordiales saludos
¡El indeciso! El tronco cortado por el indeciso, las hojas del árbol indeciso que ya miran arriba como al costado, el sillazo del arquitecto indeciso que no supo si hacerlo en el aire o en el agua, el jarrón de barro que no atina a ser o no ser maceta, y el paso, el paso quieto y eterno del indeciso que seguirá ahí para siempre por no saber si pisar o no pasar...
Eso es un domingo de una semana de julio. Ya te pediré que me "digas" qué es un veintidós de abril.
ResponderEliminarMe gusta como te fijas en esos detalles que no llaman la atención pero que al final componen una bella historia.
ResponderEliminarUn abrazo
Yo odio los domingos, aunque los lunes son aún peor, si cabe.
ResponderEliminarEso sí la última foto me encanta.
Feliz semana.
¡Genial! Son esas cosas en las que tú te fijas, las que también se quedan prendidas de mi retina, curiosamente, otras, aparentemente más llamativas, se quedan en el olvido.
ResponderEliminarUn abrazo, Mayte.
he recordado un verano en el parque natural de la Font Roja en Alicante. su olor...
ResponderEliminarUna serie que me habla de descanso, contemplación y sol. Son esas sensaciones que me embargan cuando dejo pasar el tiempo sin premeditación, sin prisas, sin esperas ... Antes los domingo los odiaba, pero ultimamente estoy aprendiendo a disfrutar de cada instante.
ResponderEliminarUn buen blog, te felicito. Con tu permiso te sigo
Cordiales saludos
Gracias Ángel y bienvenido
Eliminar¡El indeciso!
ResponderEliminarEl tronco cortado por el indeciso, las hojas del árbol indeciso que ya miran arriba como al costado, el sillazo del arquitecto indeciso que no supo si hacerlo en el aire o en el agua, el jarrón de barro que no atina a ser o no ser maceta, y el paso, el paso quieto y eterno del indeciso que seguirá ahí para siempre por no saber si pisar o no pasar...
dano
Imágenes de domingo. De esos domingos que uno tiene todo el tiempo de mirar simplemente...
ResponderEliminarMe gusta la última.
Besos.